Capítulo 1:
Érase
una vez un mundo llamado Lái en el que vivían tan sólo 20.000 habitantes. Entre ellos había gente de todas las edades y vivían repartidos por los únicos dos
países habitables y unas cuantas islas submarinas reservadas para los grandes
científicos e investigadores.
Lái era
un mundo que avanzaba sorprendentemente rápido. En el vigésimo siglo de su
creación, la sociedad entera vivía la era digital. Tras la invención de la
fotografía, la imprenta, el telégrafo, la televisión, la radio…, un grupo de genios
conocidos con el nombre de yī shēng llevaron a cabo el descubrimiento que marcaría el
inicio de una nueva era: el ordenador. (Años después aparecería por primera vez
el concepto de internet, así como el de teléfono móvil). («Los 15 mejores inventos de la historia | EcoListas», 2013)
Las ventajas de estas nuevas
tecnologías corrían de boca en boca como si de un pueblo se tratase. El alcance
de los dispositivos innovadores fue bestial, tanto, que todo el mundo quería
tener uno. Tener uno significaba poder comunicarse incluso a distancia,
intercambiar información, elaborar investigaciones científicas a una velocidad
aún mayor, probar nuevas actividades de ocio… (Cobo
Romaní, 2009).
Pronto las tecnologías se hallaban
detrás de todos los pilares que sostenían Lái: la economía, el comercio, la
ciencia, la educación, la cultura… (Cobo
Romaní, 2009).
Sin embargo, no todos veían un
claro éxito en todo ello. Entre la población corría un rumor inspirado por el
miedo que decía cosas tales como: “pronto desaparecerán los niños de las
calles, las relaciones sociales no serán lo mismo, los profesores serán
sustituidos por máquinas al igual que miles de trabajadores e incluso empresas
enteras.” Una vez vi a un niño perteneciente a este grupo infiltrado en el
patio de un colegio. Vestía un blanco impoluto y recorría las muchedumbres
repartiendo folletos de los que sólo llegué a distinguir un símbolo:
En respuesta, a través de los
medios de comunicación, se hacía campaña para que las tecnologías fueran vistas
como dispositivos mediante los cuales se podía editar, producir, almacenar,
intercambiar y transmitir datos, acceder al conocimiento, etc. En resumen,
facilitadores y articuladores de cualquier tarea. (Cobo Romaní, 2009).
Y así, bajo el lema “¡Aprender,
desaprender y adaptarse!”, (Cobo Romaní, 2009), fueron ganando
terreno a los jiào tú.
Capítulo
2:
En
toda sociedad tiene que haber personas que proponen y personas que se oponen,
si todos estuviéramos de acuerdo en todo, este sería un mundo aburrido.
Y eso era lo que estaba sucediendo
en Lái. Los yī shēng cuestionaban e investigaban el impacto de las tecnologías de la información
y la comunicación en los dos países e incluso entre ellos encontraban
diferencias. Las más significativas y “peligrosas” se daban en la educación: un
país tenía mejor equipamiento que el otro, el nivel de uso de las TIC en las
escuelas estaba siendo bajo y, por lo tanto, los resultados escasos. (Coll, C. 2007).
A pesar
de que las TIC eran instrumentos poderosos cualitativa y cuantitativamente para
la educación, los profesores no acertaban a unir tecnologías multimedia e internet,
sino que más bien se dedicaban a adaptar
el uso de las TIC a su práctica docente de siempre. Además, se producían
continuas protestas ante el hecho de tener que “engordar” un currículum ya de
por sí sobrecargado y, por último, estaba la realidad de que por muy rápido que
fuera este mundo en sus invenciones, no lo era igual en su adaptación a ellas. (Coll,
C. 2007).
Entre
tanto, el partido político pàn tóu o los trajeados verdes, como los conocía todo el
mundo, seguía lanzando campañas “PROTIC”. En una ocasión llevaron el
experimento a una de las zonas más pobres en cuanto a economía y educación de
uno de los países. Allí instalaron en el
exterior de un muro de un colegio un ordenador y a su lado una cámara. Al salir
de las aulas algunos alumnos pasaban de largo mientras que otros, un pequeño
grupo, se pararon a mirar aquel extraño artilugio que no había llegado aún allí
pues la mayoría de la gente ni siquiera sabía leer ni escribir y, entonces,
¿para qué un ordenador?
(«TEDxBuenosAires - Miguel Brechner Frey - 04/08/10 (Spanish) - YouTube», 2010)
A las
pocas horas los niños y niñas ya habían jugado, leído información, escuchado
canciones y visto vídeos. Al día siguiente, navegaron, por primera vez en sus
vidas, por internet.
Esta
campaña “PROTIC” concluyó con un vídeo que mostraba a los niños, sin la
presencia de ningún adulto, frente al ordenador, investigando, riéndose,
hablando, compartiendo opiniones… En resumen, aprendiendo.
Capítulo
3:
Los niños que tuvieron esta
experiencia lo contaron a otros niños y pronto el muro dejó de verse. En su lugar
había una concentración inmensa de gente de todas las edades. Hasta los más
mayores habían acudido a ver el gran invento de la pared.
Los profesores, algunos con
recelo, otros con admiración y otros con curiosidad, observaban a la gente
conversar interesada acerca del ordenador y, en ese preciso momento,
entendieron que se había producido un gran cambio. A partir de mañana sus
alumnos tendrían nuevos intereses y necesidades y ellos tendrían que estar
preparados para ello.
Mientras tanto, en la cara opuesta
de la moneda, un grupo de profesores de universidad discutía sobre actualizar
las características que un buen profesor debe tener. Ahora no sólo se requerían
docentes expertos, sino también mediadores en el proceso de aprendizaje de los alumnos (Tebar, 2003).
Para la buena formación de un
profesor competente se iba a necesitar la fusión entre dos teorías: el
constructivismo y el cognitivismo. Ya no sólo primaba la adquisición de
conocimientos sino la propia construcción de los mismos, y en aquello tenían
mucho que decir las nuevas tecnologías. “Un buen profesor,-decían-, es aquel
que hace autores de cine a sus alumnos, aquel que controla la tecnología, que
entiende para qué y cómo usarla para facilitar el proceso de enseñanza
aprendizaje; también es el que enseña a discriminar y ser críticos con la
información que encontramos masivamente en internet; aconseja y acompaña a los
chicos y chicas para formarles como futuros buenos ciudadanos digitales
preparados para un mundo que cambia muy rápidamente”. (Adell, J., Mayorga, M.J., Madrid, D. y Núñez, F., 2011).
Iba a ser una ardua tarea formar a
los docentes en todos estos aspectos, así que empezaron a crearse grupos de
trabajo en los que primaban objetivos como modernizarse y actualizarse con
continuidad para mejorar la práctica educativa y romper, en definitiva, esa
brecha digital que se estaba produciendo. (Mayorga, M.J., Madrid, D. y Núñez,
F., 2011).
Aquella misma semana aparecieron
como de la nada un grupo de hombres ricos llamados cí shàn que consideró acertado donar
portátiles y pizarras digitales a algunos colegios de la zona. La noticia se
extendió y profesores de todas partes de Lái acudían a cursos para aprender de aquellos
singulares artilugios. Unos estudios muestran que un 75,9% de docentes
acudieron a cursos allí impartidos y se mostraron notablemente satisfechos. (Mayorga,
M.J., Madrid, D. y Núñez, F., 2011).
Capítulo
4:
“No
es oro todo lo que reluce, ni todo lo que anda errante está perdido” (J. R. R. Tolkien)
Así, el mundo daba grandes pasos
en el tiempo cambiando constantemente, y con él, las personas que lo habitaban.
Sin embargo, cada vez más, hacían aparición los jiào tú, su grupo había crecido, formaban ya un gran número
de fieles a la tradición que tantos años les había acompañado y esquivos ante
cualquier novedad producida.
Lo que más les costaba admitir era el cambio que se
estaba dando en la educación. El impacto
de las TIC incidía directamente en los conocimientos, procedimientos y
actitudes de los alumnos, por lo tanto, los profesores debían aprender a
planificar, impartir, tutorizar y evaluar acciones, así como, elaborar y
utilizar recursos didácticos usándolos y enseñando a usarlos de manera
cotidiana, ética, legal y responsable en busca de la enseñanza de calidad o, la
también conocida como “formación del mañana” (Tejada, 2009; Gallego, Gamiz, & Gutiérrez, 2010).
Capítulo 5:
Los meses transcurrieron con rapidez, pero ningún
habitante de Lái fue consciente de ello. Todos estaban inmersos en la nueva
realidad… La vida continuaba.
Un día, un sabio decidió salir a la superficie para
ofrecer charlas a profesores de universidad sobre su teoría: El
constructivismo. Para su sorpresa, el sabio se retrasó casi dos horas. Durante
este tiempo, aburridos, los maestros allí presentes se pusieron a comentar sus
ideas sobre lo que era el constructivismo. El debate quedó abierto e incluso se
turnaban para contar sus experiencias.
Cuando el sabio apareció, interrumpió el discurso de
uno de los maestros que se hallaba desarrollando un esquema en la pizarra. “El
constructivismo,-ponía-, es una teoría pedagógica muy recomendable que propone
que sean los propios alumnos los que construyan su conocimientos a partir de
sus propias experiencias” (Piaget), el objetivo está en poner las nuevas
tecnologías al servicio de la pedagogía y la didáctica (García Cabezas, 2011).
Las TIC son grandes herramientas facilitadoras del desarrollo
integral de los niños, comenzando por ayudarles a trabajar su creatividad,
cualidad que todos tenemos más o menos desarrollada y que, hoy en nuestros
días, es tan importante como la alfabetización (Robinson,
K. 2006). Por ello hay que mirarlas con ojos y mente abiertos, capacidad
crítica y discriminatoria, ganas de innovar, sentido creativo y espíritu
emprendedor.
[…] En apenas 20
años, Lái había evolucionado increíblemente. Los profesores plantaron cara a
los retos y obstáculos, los niños acudían a la escuela más motivados que nunca,
los jiào tú, sin embargo, no dejaron de actuar, pero fueron disminuyendo su
número a medida que se fueron viendo los grandes beneficios que las TIC traían
al mundo. En resumen, el futuro había llegado y los habitantes lo habían
acogido y moldeado a su gusto.
Diccionario de palabras en chino:
Lái: Futuro
Yī shēng: Médico
Jiao tú: Fiel
Pàn tóu: Esperanza
Cí shàn: Caritativo
Bibliografía
y Webgrafía:
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digital-Jordi Adell - YouTube. Recuperado 30 de septiembre de 2014, a partir de https://www.youtube.com/watch?v=tjC1LOC0r1g#t=105
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